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Sonos es una empresa estadounidense líder en tecnología de audio, mejor conocida por la creación de los primeros sistemas de audio multi-habitación inalámbricos que les permiten a los usuarios reproducir con facilidad música y otros tipos de contenido en distintas partes de su hogar. La empresa sigue innovando, creando parlantes inalámbricos, sistemas de home theater, audífonos, componentes arquitectónicos y soluciones integradas de audio para el hogar que revolucionan la forma en que las personas escuchan y se conectan con el sonido.

Aunque algunos usuarios prefieren sus estantes de vinilos y pilas de discos compactos, la mayoría de las bibliotecas de música existen hoy en día en formatos de archivos digitales que son más fáciles de almacenar y reproducir desde cualquier lugar. Pero no es muy útil describir un formato de archivo de audio simplemente como “digital”, porque esto puede tener diferentes significados (y diferentes niveles de calidad de sonido). De hecho, los archivos de audio vienen en diversos formatos, y no todos son iguales.

Formatos de archivos de audio: Un breve resumen

Una de las mayores diferencias entre formatos de archivos de audio tiene que ver con un proceso llamado 

. Como su nombre lo indica, la compresión reduce el tamaño de los archivos. Esto puede ser útil para ahorrar espacio de almacenamiento en un disco duro, pero también puede influir en la calidad de la grabación de audio original.

El proceso de compresión básicamente reduce la cantidad de datos que contiene una onda sonora, y esta pérdida de datos puede traer consigo una pérdida significativa de calidad para quien escucha. Algunos formatos de archivos de audio que son sometidos a este tipo de compresión 

Sin embargo, el proceso de compresión no 

 disminuye la calidad de audio. Algunas nuevas tecnologías de compresión consiguen reducir el tamaño de los archivos y a la vez conservar toda la información sonora de la grabación original; los archivos de audio que experimentan este tipo de compresión se conocen como archivos de audio 

Por último, existen archivos de audio que no sufren ninguna compresión. Estos archivos de audio 

 generalmente son mucho más grandes, pero logran evitar los problemas de calidad de audio que afectan a algunos formatos comprimidos.

En resumen, los archivos de audio digital pueden ser 

. Veamos con más detalle cada tipo y exploremos algunos ejemplos comunes.

Los archivos de audio lossy se comprimen de forma tal que se pierde parte de la fidelidad de la grabación original. Puede parecerte extraño que 

 pudiera preferir un archivo de audio lossy en lugar de uno que conserve toda la riqueza y complejidad de un archivo sin comprimir. Pero los archivos lossy suelen ocupar mucho menos espacio de almacenamiento y ancho de banda, lo que los convierte en un buen punto medio para los servicios de reproducción de música en streaming.

Y antes de que pienses que “lossy” automáticamente significa “mala calidad”, pregúntate si tus oídos siquiera notarían la diferencia. Para muchas personas es difícil detectar cualquier diferencia entre la calidad de los discos compactos (16 bits/44.1 kHz) y estándares de velocidad de transferencia superiores, que algunos formatos de archivos lossy alcanzan técnicamente. Si para tus oídos no hay diferencia, entonces es recomendable elegir un tamaño de archivo más pequeño cuando sea posible.

Con respecto a esto último, veamos cuatro tipos de archivos de audio lossy que puedes encontrar.

El formato de archivo de audio MP3 se volvió inmensamente popular a principios de la década del 2000. En ese momento, era una de las formas más eficientes de tomar una pista de audio de CD y almacenarla en un disco duro digital o en un CD “quemado”. El formato de archivo MP3 es mucho más pequeño que el de una pista de audio de CD sin comprimir.

Los MP3 fueron revolucionarios para su época y significaron un gran paso en la reproducción de audio portátil, convirtiéndose en la base para los primeros reproductores de audio digital. Es posible que aún tengas algunos archivos MP3 en tu disco duro, pero es un formato lossy y algunas personas podrían diferenciar entre la calidad de las pistas de un CD y un MP3.

AAC significa Codificación de Audio Avanzada, que es otro estándar de codificación lossy utilizado en la compresión de pistas de audio. La calidad de la AAC no llega al nivel del 

, pero es una mejora con respecto al MP3 y ofrece mejor calidad con un tamaño de archivo similar.

Aunque tal vez no sea tan común como el MP3, el formato AAC está en todas partes y seguramente lo has utilizado. Era el formato preferido de la tienda de música iTunes y sigue estando disponible en dispositivos compatibles con AAC.

OGG es una tecnología de compresión multimedia versátil y de código abierto. Puede que hayas escuchado hablar de Ogg/Vorbis, un formato OGG típicamente usado para la compresión de audio. Spotify usa este formato con frecuencia en su servicio de streaming.

Aunque son lossy, los archivos de audio OGG conservan una calidad de sonido bastante buena. Su tamaño y calidad constituyen ventajas sobre otros formatos de compresión lossy y son ampliamente usados para la reproducción de audio por Internet.

WMA son las siglas de Windows Media Audio, un indicio de que se trata de un formato de propiedad exclusiva desarrollado por Microsoft. Aunque su calidad es ligeramente superior a la del MP3, el formato WMA lossy no es ampliamente compatible con dispositivos que no son de Microsoft, por lo que su utilidad es limitada.

 son aquellos que se comprimen de tal forma que la calidad de la grabación original permanece intacta. En otras palabras, ningún aspecto perceptible del audio se pierde en el proceso de compresión.

Solo hay que tener en cuenta que “lossless” no significa “sin comprimir”. Una pista lossless sigue estando comprimida, aunque utiliza un algoritmo de datos para conservar toda la calidad de la grabación original. La calidad lossless generalmente equivale aproximadamente a 16 bits/44.1 kHz o superior, lo que significa que suena al menos tan bien como un CD.

Veamos a continuación algunos de los tipos más comunes de archivos lossless.

FLAC significa Códec Libre de Audio Lossless. Un “códec” es básicamente un proceso que comprime y descomprime archivos digitales, así que el nombre aquí prácticamente lo dice todo: fue desarrollado como una forma libre de lograr una compresión lossless.

Muchos amantes del sonido consideran FLAC como el estándar de referencia entre los formatos de audio digital, ya que logra un tamaño mucho más pequeño que un archivo de audio sin comprimir, pero sin sacrificar ningún aspecto perceptible de la calidad de audio.

ALAC significa Códec de Audio Apple Lossless. Fue desarrollado por Apple como un sucesor lossless del formato AAC. La empresa actualmente ofrece todo su catálogo de Apple Music en resoluciones ALAC que van desde calidad CD a superiores.

Existe efectivamente una alternativa lossless al formato lossy de Windows Media Audio mencionado anteriormente. No es tan común como FLAC o ALAC de Apple y no destaca en términos de eficiencia de compresión o calidad de audio. Dicho esto, este formato WMA sí ofrece una experiencia de audio lossless (principalmente) a usuarios de Microsoft.

Como el nombre lo dice, los archivos de audio sin comprimir no se someten a ningún tipo de compresión. Esto significa que no se pierde ningún dato en el proceso de compresión y se conservan todos los aspectos de la grabación original.

Muchos amantes del sonido consideran a los tipos de archivos sin comprimir como el santo grial del audio digital, pero estos tipos de archivos tienen sus propias desventajas. En primer lugar, suelen ser bastante grandes; si almacenas muchos archivos sin comprimir de manera local, probablemente necesites espacio adicional en tu disco duro. Su voluminoso tamaño también significa que puede ser difícil encontrar archivos realmente sin comprimir en muchos servicios de música en streaming.

Veamos tres de los formatos de audio sin comprimir más comunes.

WAV (Waveform Audio File Format) es un formato de audio de alta resolución utilizado para codificar datos de audio de CD. Aunque los archivos WAV técnicamente pueden almacenar datos comprimidos, normalmente se utilizan para audio sin comprimir.

Los archivos WAV son conocidos por su excelente calidad de sonido, pero también son conocidos por su gran tamaño.

AIFF o Formato de Archivo de Intercambio de Audio, es similar al WAV en muchos sentidos. (De hecho, fue desarrollado por Apple casi al mismo tiempo en que Microsoft e IBM desarrollaban el formato WAV).

Los archivos de audio AIFF son similares a los archivos WAV y generalmente ambos son compatibles con sistemas Microsoft y Apple. Pero los archivos AIFF son más escasos y su tamaño es muy grande, por lo que probablemente no los encuentres con frecuencia.

El DSD (Direct Stream Digital) es otro formato popular entre los amantes del sonido. Su objetivo es capturar la onda sonora analógica original de una forma que replique lo que escucharías en una tornamesa de alta calidad. Aunque es el favorito de un pequeño grupo de usuarios, el DSD aún no ha alcanzado popularidad en los medios dominantes y los archivos DSD sin comprimir son sencillamente demasiado grandes para que tenga sentido usarlos en aplicaciones de reproducción en streaming por Internet.

¿Qué formatos de archivos de audio debo usar?

A fin de cuentas, el tipo de archivo de audio que utilices será tan bueno como el equipo en el que lo reproduzcas. Si no tienes pensado invertir en un sistema de audio de alta fidelidad con componentes de calidad, tal vez no sea importante si usas un formato de archivo de audio MP3, AAC o lossless.

 no es tan inalcanzable como podrías creer. Con una bocina premium como 

 o con las capacidades de audio espacial de una 

, será más probable que puedas distinguir entre la calidad de audio lossy y lossless.

A partir de ahí, el formato de archivo que elijas dependerá sobre todo de la forma en que escuches música. Si reproduces sobre todo música en streaming pero quieres la mejor calidad posible, busca servicios que tengan codificación FLAC y ALAC. Si el espacio de almacenamiento no es un problema y reproduces principalmente archivos desde tu biblioteca de CD, tal vez lo más lógico sería usar WAV.

Por supuesto, ayuda mucho ser honesto contigo mismo sobre cuánta calidad es realmente importante para ti. Para algunas personas, el formato lossy es suficiente, y a veces la comodidad de tener archivos más pequeños es más importante que cualquier diferencia en la calidad de audio.

Experimenta múltiples formatos de audio con Sonos

En este punto, tal vez te preguntes qué formatos de audio admite Sonos. Nuestra lista de 

 incluye muchos de los formatos mencionados en esta guía. Esto incluye audio lossless de alta calidad y sin comprimir codificado usando FLAC y ALAC, con una profundidad máxima de bits que va desde calidad de CD a superiores.

Five en color blanco junto a una tornamesa en nogal sobre un mueble

Guía para principiantes sobre tipos de archivos de audio (y cuáles usar)

Quizás hayas notado que los servicios de música anuncian más que nunca un «sonido sin pérdida». A medida que la tecnología avanza, hay cada vez más servicios que mejoran sus catálogos de canciones con formatos de mayor resolución. Es una gran noticia para los millones de usuarios que escuchan música principalmente en streaming. Pero para aprovechar al máximo este cambio, vale la pena saber lo que es exactamente el sonido sin pérdida y si tu servicio de streaming preferido lo ofrece.

El concepto de «sonido sin pérdida» puede resultar confuso, porque ahora muchos servicios de streaming comienzan a ofrecer niveles o paquetes que distinguen entre formatos de archivos «con pérdida» y «sin pérdida». La idea básica es que el sonido sin pérdida equivale a un sonido de mayor calidad. En términos generales eso es cierto, aunque quizás te resulte más útil comprender 

 se considera mejor antes de correr a actualizar tus ajustes de sonido.

Así que definamos lo que es el sonido sin pérdida y veamos lo que necesitas para disfrutarlo en casa.

El concepto de «sonido sin pérdida» se describe como aquellos 

 comprimidos que conservan toda la información de sonido de la grabación original. Es lo contrario al llamado «sonido con pérdida», que se describe como aquellos formatos de archivos comprimidos que eliminan alguna información del sonido original.

Es importante saber que tanto los archivos de audio con como sin pérdida se someten a un proceso llamado compresión, que implica reducir el tamaño del archivo para que ocupe menos espacio de almacenamiento. La compresión tiene sus ventajas, ya que facilita el almacenamiento del archivo a nivel local y requiere menos ancho de banda de internet para que se reproduzca en streaming sin interrupciones. Pero el proceso de compresión puede ocasionar la pérdida de algunos datos de audio, lo que algunas personas pueden percibir como de menor calidad.

¿Qué se pierde en un archivo de audio «con pérdida»?

Para comprender lo que se pierde en un archivo «con pérdida», lo mejor es conocer cómo funcionan la velocidad de muestreo y la profundidad de bits. Juntas, estas dos mediciones nos dan una pista de la calidad del sonido del archivo de audio digital.

 Los archivos de audio digital toman un número de capturas de la onda sonora original de una grabación y los unen para recrear la grabación original. Cuantas más capturas tomen, mayor será la velocidad de muestreo; y cuanta mayor sea la velocidad de muestreo, mayor será la calidad.

También varía si cada una de estas capturas capta la onda completa o solo una porción. Las grabaciones digitales que captan un rango mayor entre los sonidos altos y los bajos se dice que tienen una mayor 

, lo que también se traduce en una mayor calidad.

Combina una velocidad de muestreo alta con una profundidad de bits alta y el resultado será una reproducción digital comprimida prácticamente indistinguible de la grabación original. En otras palabras, el sonido que obtienes es «sin pérdida». Pero si durante el proceso de compresión la velocidad de muestreo y la profundidad de bits son más bajas para que el tamaño del archivo sea más pequeño, puedes obtener un archivo de audio «con pérdida».

Una persona practicando yoga delante de una Beam en blanco colocada debajo de una tele

¿Dónde puedo acceder al sonido sin pérdida?

El sonido sin pérdida ya está disponible en muchos de los servicios de streaming más populares. Apple Music, por ejemplo, tiene una tecnología patentada de compresión de sonido sin pérdida llamada 

. Los suscriptores de Amazon Music también pueden escuchar sonido sin pérdida con dos niveles de calidad: 

alta definición y ultra alta definición

Tanto Apple Music como Amazon Music definen el «sonido sin pérdida» como el que tiene al menos calidad CD (o 16 bits). Puede que creas que los CD no tienen la tecnología más puntera, pero en su día se determinó que el sonido de calidad CD estándar era lo suficientemente bueno como para que el oído humano no pudiera diferenciar entre la calidad del CD y la grabación original. Algunos 

 han demostrado que algunas personas sí son capaces de detectar diferencias si entrenan el oído. Sin embargo, si lo que buscas es un sonido sin pérdida sin tanto lío, ya puedes desempolvar tu vieja colección de CD.

¿Es el sonido sin pérdida mejor que el sonido estándar?

La respuesta rápida es sí. El sonido sin pérdida ofrece una experiencia de sonido más completa y detallada que las alternativas de sonido con pérdida, que se han convertido en el estándar del sonido a raíz del auge de los servicios de streaming.

Pero para disfrutar de la mejor experiencia de sonido, no hay nada como un altavoz de calidad. La diferencia entre un archivo ALAC de Apple y uno en ultra alta definición de Amazon es relativamente pequeña, pero el altavoz integrado en tu teléfono móvil no le hará justicia a ninguno de los dos. Para aprovechar al máximo la tecnología de sonido sin pérdida tienes que tener un equipo adecuado.

¿Qué necesito para escuchar sonido sin pérdida?

Hoy en día el sonido sin pérdida es mucho más accesible que antes, porque solo deberías necesitar un altavoz o unos auriculares de calidad. Como el sonido sin pérdida abarca una gama más amplia de frecuencias que el sonido con pérdida, tus altavoces deberían poder manejar las frecuencias dentro del rango completo del espectro acústico (generalmente de 20 Hz a 20 kHz).

Incluso puedes escuchar sonido sin pérdida con productos Sonos. Las 

 inalámbricos Sonos reproducen sonido sin pérdida a la perfección.

¿Se puede reproducir sonido sin pérdida mediante Bluetooth?

Sí, aunque no siempre ha sido así. Es extremadamente difícil transmitir datos de sonido mediante Bluetooth sin al menos algo de compresión, así que la mayoría de los altavoces y auriculares Bluetooth no son compatibles con el sonido sin pérdida. Sonos Ace es uno de los pocos auriculares capaces de reproducir sonido sin pérdida con una conexión Bluetooth. En el caso de otros altavoces y auriculares, como 

, el Bluetooth sigue siendo capaz de ofrecer un sonido increíblemente nítido, aunque para disfrutar de la mejor experiencia de sonido, lo mejor es que lo conectes a la red Wi-Fi.

Una persona al aire libre descansando mientras escucha algo en unos auriculares Sonos Ace en blanco suave

Sonido sin pérdida y otros tipos de sonido

Puede que hayas escuchado otros términos para describir el sonido de alta calidad, pero ¿qué tienen que ver los términos «alta fidelidad» y «audio espacial» con el sonido sin pérdida? Veámoslo.

Como el término «sin pérdida» se relaciona específicamente con la compresión de archivos digitales, el sonido sin pérdida se suele describir como los formatos de audio que no pierden ninguna señal original durante el proceso de compresión. Un formato de codificación de sonido como Apple Lossless Audio Codec (ALAC) podría considerarse como «sin pérdida», pero ese término no se emplearía para describir, por ejemplo, un sistema de altavoces prémium.

 (o «Hi-Fi») suele describirse como un equipo o sistema completo capaz de reproducir sonido de la grabación original con un alto nivel de exactitud. Así pues, un sistema de alta fidelidad lleva altavoces, un 

Sonido sin pérdida y de alta resolución

 (o «Hi-res») está relacionado con el sonido sin pérdida, pero no es exactamente lo mismo.

Antes hemos dicho que la compresión puede crear un archivo de sonido con o sin pérdida. 

Pero un archivo de sonido no tiene por qué comprimirse

. Los formatos sin comprimir pueden ser compatibles incluso con una mayor profundidad de bits y frecuencia de muestreo que algunos formatos de audio sin pérdida.

El término «sonido de alta resolución» suele aunar los formatos sin pérdida y sin comprimir que logran una calidad de sonido considerable, normalmente superior a la de un CD.

 es una experiencia de sonido tridimensional totalmente inmersiva que te hace sentir como si los sonidos procedieran de todas las direcciones. Las tecnologías de audio espacial como 

 añaden una sensación de altura que transmite de una manera más precisa la forma en la que se escucha el sonido en la vida real. Se trata de una característica impresionante de algunos 

, pero no tiene nada que ver con la compresión.

Disfruta del sonido sin pérdida con Sonos

El sonido sin pérdida se ha vuelto un tema viral en los últimos años porque los usuarios se han dado cuenta de que ni siquiera los mejores sistemas de sonido son capaces de compensar la pérdida de calidad de la reproducción en streaming. La buena noticia es que cada vez hay más servicios de streaming que lanzan sus propios formatos sin pérdida, y puede que pronto llegue el día en que la compresión de sonido sin pérdida se convierta en la norma. Prepárate para ese momento y pásate a un 

 Sonos compatible con la calidad de sonido sin pérdida mediante Wi-Fi.

Un padre haciendo manualidades con su hijo mientras escuchan algo en un Move 2 en negro

El concepto de sonido sin pérdida y cómo disfrutarlo en casa

Sabemos que muchos de vosotros habéis tenido bastantes problemas con la nueva app Sonos que lanzamos el 7 de mayo y, antes de nada, me gustaría disculparme personalmente por no haber estado a la altura de lo que esperabais. No hay ni un solo empleado de Sonos que no sienta enormemente lo sucedido. Y, no tengáis la más mínima duda de que nuestra 

 ha sido, y sigue siendo, solucionar los errores de la app para todos y cada uno de vosotros, tanto usuarios como socios.

Cuando desarrollamos la nueva app, nuestra intención era ofrecer una experiencia aún mejor con la capacidad de impulsar futuras innovaciones y con la creencia de que con el tiempo sería todavía mejor. Sin embargo, hemos detectado varios problemas desde su lanzamiento. Y, como hemos tenido que solucionarlos, no hemos podido incorporar rápidamente las funciones y las funcionalidades que teníamos pendientes.

Llevamos desde el 7 de mayo lanzando nuevas actualizaciones de software aproximadamente cada dos semanas, y cada una de ellas ha traído grandes mejoras, como nuevas funciones y soluciones de errores. Si deseáis obtener toda la información sobre los lanzamientos que hemos realizado hasta la fecha, consultad las 

notas de la versión de cada actualización de software de Sonos

Todas estas actualizaciones de software os han permitido a muchos disfrutar de una buena experiencia con la app Sonos, pero aún queda mucho por hacer. Estas son las mejoras que hemos priorizado en las próximas fases de actualizaciones de software:

Mejora de la estabilidad al añadir nuevos productos

Implementación de la configuración, navegación, búsqueda y reproducción de la biblioteca de música

Mejoras en la interfaz de usuario en función de las peticiones de los usuarios

Mejora general de la estabilidad del sistema y de la gestión de errores

Mejora del funcionamiento y fiabilidad de la alarma

Restablecimiento del modo de edición de las playlists y la cola

Mejora de la funcionalidad de los ajustes

Nuestra intención es seguir lanzando nuevas actualizaciones cada dos semanas y ofrecer en nuestra 

información detallada sobre lo que hemos abarcado y lo que vamos a abarcar en cada lanzamiento

Nos gustaría agradeceros enormemente vuestra paciencia a medida que vamos solucionando estos problemas. Somos conscientes de que tenemos un gran trabajo por delante para volver a ganarnos vuestra confianza, pero estamos haciendo todo lo posible por recuperarla. No dudéis en enviarme un correo electrónico a 

 con cualquier comentario. Siempre es un placer leeros.

Dos personas utilizando la app Sonos para controlar su sistema Sonos

Comunicado de Patrick sobre la app Sonos

Un amplificador de altavoces, o sencillamente un «amplificador», es un dispositivo electrónico que aumenta la potencia de la señal de audio hasta un nivel que puede escucharse a través de los altavoces o los auriculares. Independientemente de si escuchas música con un tocadiscos, un ordenador portátil o un reproductor de CD, vas a necesitar algún tipo de amplificador. Pero eso no significa que tengas que invertir un dineral en un amplificador independiente, porque hoy en día muchos van integrados en los propios altavoces.

En esta guía te contaremos las nociones básicas sobre cómo amplificar los altavoces y te ayudaremos a decidir si necesitas añadir un amplificador a tu sistema.

Para explicar lo que hace un amplificador de altavoces en un sistema de sonido en casa, lo mejor es que veamos primero un ejemplo de cómo puede sonar una señal de audio 

Si reproduces un vinilo antes de conectar o encender tus altavoces, puedes notar que el propio tocadiscos emite un ligero sonido. Este sonido es, en realidad, la vibración de la aguja del tocadiscos cuando recorre las ranuras del disco. Sin un amplificador, esta vibración puede sonar aguda y como un susurro de fondo, no como música. Para ello, tiene que convertirse en una señal eléctrica y sonar más alto. Mucho más alto.

El responsable de darle esa potencia es el amplificador, porque 

 esta señal eléctrica para que pueda escucharse a través de los altavoces en forma de música. Imagina que el amplificador es como el pilar de tu sistema de sonido, que coge una señal débil de tu dispositivo de audio y la aumenta hasta un nivel que puede impulsar tus 

Así pues, la función principal que tiene el amplificador es aumentar el volumen de tu sonido. Pero un amplificador también se encarga de otras cosas. Ayuda a regular el nivel de potencia que llega a tus altavoces para que no se fuercen hasta el punto de superar sus límites y se estropeen. Un amplificador puede incluso adaptar el sonido de varias formas, como reducir la distorsión o ajustar el tono y la frecuencia de la señal de audio para ajustarlo a tus preferencias (un proceso que se conoce como ecualización).

Un amplificador coge una señal eléctrica débil de una fuente de música (como un tocadiscos o un reproductor de CD) y aumenta su 

. La amplitud mide la fuerza de una onda de sonido. Así pues, las ondas sonoras con una amplitud más alta crean sonidos más altos y las ondas sonoras con una amplitud más baja crean sonidos más bajos.

Cuando la señal de audio se amplifica, el amplificador la envía a los altavoces. Entonces, la señal amplificada crea vibraciones en el cono del altavoz, el cual a su vez crea unas ondas de sonido que nuestros oídos perciben como música.

La mayoría de los amplificadores incorporan controles que te permiten ajustar el sonido y la ganancia (es decir, cuánto se aumenta la señal de audio antes de enviarla a los altavoces). Una mayor ganancia significa más volumen, pero demasiada puede distorsionar la calidad de sonido y provocar un fenómeno que se conoce como «clipping», que ocurre cuando se fuerzan tanto los límites que las crestas y los valles de la onda sonora se cortan porque el amplificador no es capaz de manejar toda la amplitud de la señal. El sonido resultante no solo es desagradable, sino que también puede dañar tu altavoz porque lo fuerza más allá de su capacidad máxima.

Por suerte, la mayoría de los amplificadores de alta calidad incorporan protecciones que evitan estos daños producidos por un exceso de ganancia. Estos amplificadores pueden limitar la cantidad de potencia que se envía a los altavoces para evitar problemas como el sobrecalentamiento y el desgarro del cono del altavoz.

Y cabe señalar que todos los amplificadores necesitan electricidad para funcionar, así que es necesario enchufarlos a la corriente o utilizar una batería.

Amp al lado de un tocadiscos sobre un estante

¿Cuándo es necesario utilizar un amplificador?

siempre vas a necesitar algún tipo de amplificador

 para escuchar música o ver pelis con tu 

. Pero si intentas identificar el amplificador de tu sistema de sonido en casa y no lo consigues, la razón es muy sencilla.

Aunque el amplificador es siempre un componente necesario, no tiene por qué ser siempre un componente 

. La mayoría de los altavoces Sonos, por ejemplo, ya incorporan un amplificador para que puedas usarlos desde el primer momento. Estos se llaman 

 (o altavoces autoamplificados), porque generan activamente su propia potencia y no necesitan un amplificador independiente.

Los altavoces sin amplificadores integrados suelen conocerse como altavoces pasivos. Este tipo de altavoces se suele utilizar en 

, y pasan totalmente desapercibidos porque se instalan en las paredes o el techo de la habitación. Los altavoces pasivos necesitan ser potenciados por un amplificador externo, como 

 depende en gran medida del sistema de sonido que tengas y de si quieres o no tener que emparejar tus altavoces con un amplificador externo. Un 

 con altavoces de pared o techo seguramente necesite un amplificador independiente que los potencie. Pero también puedes conseguir un sonido envolvente increíblemente realista con, por ejemplo, dos altavoces Sonos 

, que incluyen seis amplificadores digitales de clase D para potenciar el sonido.

Si quieres añadir unos altavoces arquitectónicos o de exterior a tu sistema de sonido, necesitas un amplificador de alta calidad que sea capaz de generar suficiente potencia para ofrecer una experiencia multiroom. Y, en ese caso, 

 es justo lo que necesitas. Con 125 vatios por canal, tiene potencia más que suficiente para ofrecer un sonido a alto volumen totalmente nítido y sin distorsiones. No importa si deseas crear un 

 o una casa inteligente fácil de controlar, Amp es el amplificador que te lo soluciona todo.

¿Qué es un «amplificador de altavoces»? ¿No sabes si necesitas uno?

Dicen que una imagen habla más que mil palabras, pero eso no es ningún consuelo cuando te cuesta trabajo escuchar los diálogos de tu programa de TV favorito. Los diálogos inteligentes, concisos y (sobre todo) nítidos son la columna vertebral de las mejores películas y series, pero una mala configuración de audio puede dificultar comprender las conversaciones importantes que se dan entre los personajes.

Hay varias formas de solucionar este problema, desde modificar la configuración de audio de tu televisor hasta invertir en un buen sistema de teatro en casa. Hemos preparado una guía de cinco pasos que te ayudará a mejorar y actualizar el sonido de tu TV para que puedas olvidarte de los subtítulos.

1. Revisa la configuración de audio de tu servicio de streaming

Si los diálogos de la película o programa de TV que estás viendo suenan apagados, comienza por revisar la configuración de audio de tu servicio de streaming. Aunque la mayoría de los servicios de streaming pueden automáticamente detectar y ajustarse a las capacidades de audio de tu dispositivo, a veces esto no funciona correctamente.

Por ejemplo, muchos programas de Netflix pueden reproducirse en 

. Pero no puedes reproducir sonido surround en cualquier equipo antiguo; también necesitarás un sistema compatible. Netflix no siempre tiene en cuenta esto y puede reproducir por defecto sonido surround 5.1 aunque no detecte un sistema 5.1 adecuado. Esta disparidad puede provocar que el sonido sea de mala calidad. Por lo tanto, asegúrate siempre de que la configuración de audio de tu servicio de streaming coincida con las capacidades de tu sistema.

La mezcla con reducción de canales (downmixing) suele ser un proceso bastante preciso, pero en ocasiones los diálogos pueden perder claridad o nitidez. Por eso, es mejor asegurarte de que la configuración de audio de tu servicio de streaming coincida con las capacidades de tu dispositivo. Es posible que las bocinas incorporadas de tu computadora portátil o televisor solo tengan salida estéreo; si es así, tal vez tengas que actualizarte a 

 antes de poder disfrutar audio de alta calidad en streaming.

Sugerencia: Busca versiones de tus programas favoritos con mejora de la voz

Aunque tus niveles de audio técnicamente no tengan nada de malo, es posible que quieras resaltar un poco más los diálogos. Tal vez estés viendo una película de acción con estruendosas explosiones y diálogos muy bajos, o quizás a tus oídos les esté costando entender acentos muy marcados.

Si es así, tenemos buenas noticias: algunos servicios, como Amazon Prime, ofrecen versiones de ciertos títulos con mejora de la voz. Revisa si tus programas favoritos tienen esta opción antes de reproducirlos.

Si todo está bien con la configuración de audio de tu servicio de streaming, el siguiente paso es revisar la configuración de tu televisor. Esto deberás hacerlo aunque no utilices las bocinas incorporadas de tu TV, ya que la configuración de salida de audio del televisor también puede afectar el sonido que emite tu sistema de teatro en casa.

Cuando los diálogos son poco nítidos y difíciles de entender, las responsables son casi siempre las frecuencias más bajas. Las mismas frecuencias graves que dan profundidad e intensidad a las explosiones y a las bandas sonoras pueden hacer que sea casi imposible descifrar lo que alguien está diciendo. Esto se debe a que la mayor parte de la voz humana se encuentra en las frecuencias de rango medio, por lo que puede perderse si se le da demasiado énfasis a los graves.

Guía para principiantes sobre tipos de archivos de audio (y cuáles usar)

El concepto de sonido sin pérdida y cómo disfrutarlo en casa

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