Diseño

Ojalá las paredes tuvieran música

Steven Saftig

director global de Edición

Cuando nos propusimos colaborar con IKEA para el altavoz-marco SYMFONISK, un altavoz plano que también es una obra de arte, en IKEA tenían las cosas claras: no podía tener más de 60 milímetros de grosor (unas 2,36 pulgadas). Descubre cómo creamos un altavoz fino con un sonido de lo más espectacular.

En Sonos diseñamos minuciosamente cada uno de nuestros altavoces para que parezcan una obra de arte. Como parte de nuestra colaboración con IKEA, llevamos nuestra filosofía de diseño a otro nivel en la última incorporación a la gama SYMFONISK. Colaborar con IKEA es sinónimo de desafío. Hay que descubrir una forma innovadora de crear altavoces con un sonido increíble, pero con el aspecto de un mueble.

Tras el éxito del debut de SYMFONISK en 2019, cuando lanzamos el altavoz-lámpara y el altavoz-estante, estábamos más entusiasmados que nunca por encontrar nuevas y sorprendentes formas de integrar el sonido en casa. Comenzamos a repasar las búsquedas de los clientes y concluimos que hay ciertos espacios de la casa en los que muchos creen que un altavoz tradicional «no queda bien». Esto se debe a varios motivos, como no tener demasiado espacio, no tener enchufes en la pared o considerar que la tecnología no encaja con la estética concreta de determinados espacios. Teniendo esto en cuenta, los ingenieros de sonido de Sonos y los diseñadores de producto de IKEA se plantearon lo siguiente: «¿Cómo podemos camuflar un altavoz que está a plena vista?». Durante la puesta en común de ideas, surgió el concepto de un altavoz que pudiera colgarse en la pared como un cuadro. Eso planteó otra serie de retos, incluido el de cómo diseñar un altavoz tan plano como para que pudiera colgarse de la pared. IKEA hizo cálculos y concluyó que la profundidad máxima para un producto así era de 60 milímetros.

«Lo difícil de crear un altavoz tan fino es que se necesita espacio para crear sonido», afirma Sara Morris, jefa de Producción de Sonos. «Básicamente, un altavoz crea sonido moviendo el aire. Cuanto menos espacio haya para mover el aire, más caro resulta. Así que teníamos que inventar algo». Las limitaciones de espacio no desalentaron a los ingenieros de Sonos, sino que los motivaron.

El dilema del salón

Al principio del proceso, el equipo tuvo que asumir un hecho bastante evidente: la gente colocaría el altavoz-marco donde se suele poner un cuadro, que no es necesariamente el lugar en el que va un altavoz. Chris Davies, director sénior de Ingeniería de sonido de Sonos, explica: «Con un altavoz estándar no es muy difícil imaginar dónde se acabará colocando. Pero cuando lo que tienes va colgado de la pared, el proceso de decisión no es el mismo. El planteamiento más habitual es: “Tengo un hueco en esa pared, así que lo voy a colgar ahí”. Y eso es lo que hay. Así que debíamos pensar cómo podíamos hacer que el producto fuera lo más flexible y funcional posible».

Y Davies añade: «Si cuelgas un altavoz en la pared del comedor, la persona que se siente justo delante tendrá una experiencia muy distinta a la persona que se siente al otro lado de la habitación. El reto estaba en crear un altavoz con una cobertura lo más amplia y uniforme posible para todas las personas de la habitación. Así pues, la persona que se sentara justo delante no debía escuchar el contenido con una frecuencia demasiado alta, y la persona del otro lado de la habitación no debía escuchar un sonido de poca calidad».

La solución de la manguera

Para afrontar este problema, una de las cosas que el equipo abordó con mayor ímpetu fueron los «principales» sonidos de alta frecuencia que hace el tweeter. Morris interviene con una explicación de lo más acertada: «El sonido funciona de forma que las frecuencias bajas son omnidireccionales y las frecuencias altas son extremadamente direccionales. Para que quede claro, pongamos que los vecinos están haciendo una fiesta. Desde tu casa es probable que puedas escuchar los bajos. Sin embargo, es probable que no sepas exactamente qué canción está sonando porque no puedes escuchar ni la voz ni ningún otro elemento de alta frecuencia de la canción. Por el contrario, si estás en la fiesta y cerca del altavoz, sabes exactamente de dónde procede el sonido porque los sonidos de alta frecuencia van directamente hacia ti».

Por ello, para garantizar que el altavoz-marco no resultara molesto para las personas que se sienten justo delante, el equipo hizo dos cosas con el tweeter. Primero creó una forma geométrica única a su alrededor y luego colocó una «lente» en forma de estrella encima. Estas dos cosas sirvieron para ayudar a extender los sonidos de alta frecuencia por toda la habitación y crear una experiencia más uniforme para todas las personas, independientemente de la distancia a la que se encuentren del altavoz. Morris nos ofrece otra magnífica explicación: «Es como poner el pulgar en la boquilla de una manguera. Eso fuerza a que el agua salga de forma más dispersa (o en este caso, el sonido de alta frecuencia) y así se distribuye de una manera más uniforme por todo el espacio. Así todas las personas de la habitación reciben una agradable bruma en lugar de que una sola persona reciba un chorro».

Ventajas inesperadas y grandes complicaciones

Aunque la limitación en la profundidad del marco creó restricciones en todo lo demás, el tamaño general del altavoz permitió que tuviera unos graves adecuados. Pero lo que de primeras parecía ser una ventaja, también supuso otra serie de retos. Al igual que el resto de altavoces Sonos, tener un sonido natural y bien equilibrado era crucial para este producto. Por tanto, el equipo usó un woofer que ofreciera el nivel perfecto de graves y que no ensombreciera las frecuencias medias y altas.

Pero la gran superficie total del altavoz supuso otra complicación. «El lado es abatible porque tenemos una cosa grande y plana, y las cosas grandes y planas tienden a combarse», explica Davies. «Así que trabajamos mucho la estructura interior del altavoz añadiendo nervaduras y un montón de puntos de montaje para dar con algo que conservase su forma muy eficientemente, que no se deformase ni cediese y que sonase».

Un enfoque inflexible de la flexibilidad

Era esencial que la estructura física del altavoz-marco no fuera demasiado flexible, pero Sonos e IKEA querían que fuera lo más flexible posible a la hora de colocarlo y utilizarlo.

Con paneles intercambiables y varias posiciones posibles (en horizontal, en vertical, en la pared, sobre un mueble o incluso en el suelo), el altavoz-marco SYMFONISK fue diseñado para ofrecer un enorme abanico de posibilidades a cualquier hogar. Cada orientación tiene sus propios detalles sutiles y prácticos, como una guía personalizada para el cable de alimentación o patas ajustables.

Además, también puedes conectarlo al sistema Sonos que tengas en casa. Agrúpalo con otros altavoces, combina dos para crear un par estéreo o usa dos como altavoces traseros de tu cine en casa si no tienes mucho espacio detrás del sofá. También puedes disfrutar de un montón de servicios de música, AirPlay 2 de Apple, el control directo desde tus apps favoritas y el ajuste Trueplay para adaptar el sonido a la habitación. Es uno de nuestros altavoces más versátiles hasta la fecha.

El mimo y la experiencia que IKEA puso en la parte estética y el aspecto general del altavoz-marco SYMFONISK complementan el gran desarrollo y esfuerzo que pusimos para garantizar un sonido increíble en un altavoz tan plano. Para obtener más información sobre cómo IKEA y Sonos han creado esta pieza tan bonita que querrás colgar en la pared, accede a IKEA Today aquí.